Según un informe lanzado hoy por WWF, en la última década se han descubierto más de un millar de especies nuevas en la región del Gran Mekong, en el sudeste de Asia. Entre ellas, figuran 519 plantas desconocidas, 279 peces, 88 ranas o 15 mamíferos. El estudio recomienda que se proteja urgentemente esta biodiversidad con un acuerdo conjunto entre todos los gobiernos implicados.
Según un informe lanzado hoy por WWF, en la última década se han descubierto más de un millar de especies nuevas en la región del Gran Mekong, en el sudeste de Asia. Entre ellas, figuran 519 plantas desconocidas, 279 peces, 88 ranas o 15 mamíferos. El estudio recomienda que se proteja urgentemente esta biodiversidad con un acuerdo conjunto entre todos los gobiernos implicados.
El informe “Primer contacto en el Gran Mekong” muestra que entre las 1.068 especies recién identificadas por la ciencia, entre 1997 y 2007, se ha encontrado a la araña de la madera más grande del mundo, cuyas patas tienen una longitud de 30 centímetros, o el asombroso “milpiés rosa”, un invertebrado tóxico de color chillón.
Aunque la mayor parte de las especies fueron descubiertas en las inmensas junglas inexploradas, lo cierto es que algunas se hallaron en los lugares más sorprendentes. Como ejemplo, la rata de roca laosiana que, a pesar de considerarse extinguida desde hace 11 millones de años, fue localizada por los expertos en un mercado local de alimentos. Por otro lado, el crótalo siamés apareció deslizándose por las vigas de un restaurante en el Parque Nacional Kaho Yai de Tailandia.
Los descubrimientos destacados en este informe incluyen 519 especies de plantas, 279 peces, 88 ranas, 88 arañas, 46 lagartos, 22 serpientes, 15 mamíferos, 4 aves, 4 tortugas, 2 salamandras y un sapo. La región comprende seis países por los cuales discurre el río Mekong, incluyendo Camboya, RPD de Laos, Myanmar, Tailandia, Vietnam y la provincia de Yunnan, al Sur de China. Se estima que también se han encontrado durante este periodo miles de especies de invertebrados, lo que pone de manifiesto la inmensa biodiversidad de esta zona.
“La situación no puede ser mejor”, señala Stuart Chapman, Director del Programa del Gran Mekong de WWF. “Pensábamos que los descubrimientos a esta escala se limitaban a los libros de historia. Esto reafirma que el Gran Mekong ocupa un lugar en el mapa de las prioridades de conservación”.
Este estudio refuerza la idea de que el desarrollo económico y la protección ambiental deben ir mano a mano con el mantenimiento del modo de vida y con la paliación de la pobreza. Así, se asegurará la supervivencia de esta colección sorprendente de especies del Gran Mekong y de sus hábitats naturales.
Esta biodiversidad tan poco conocida se enfrenta a una presión sin precedentes. Para los científicos, esto significa que casi cada estudio de campo produce nueva diversidad, pero documentarla es una carrera contra el tiempo”, afirma Raoul Bain, Especialista en Biodiversidad del Museo Americano de Historia Natural.
Así, el análisis recomienda que se proteja urgentemente la biodiversidad de esta región mediante un acuerdo formal y transfronterizo entre los gobiernos del Gran Mekong.
“No sabemos cuánto queda por descubrir en esta región”, apunta Chapman. Y concluye: “El mundo científico está ahora dándose cuenta de lo que la población ha sabido aquí desde hace siglos”.
© WWF
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