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BOSQUES: Restauración ecológica
Durante milenios, los seres humanos hemos moldeado la naturaleza y alterado enormemente los ecosistemas: talando bosques para cultivar, secando humedales o cortando montañas para extraer minerales. En tan solo 50 años, el 75 % de la superficie terrestre ha sido transformada por el ser humano. Un cambio sin precedentes en la historia que muestra que conservar ya no es suficiente para detener la rápida degradación de los ecosistemas.
Aunque es imposible devolver la naturaleza a su estado original, existe un modo de curar las cicatrices e incluso revivir ecosistemas que se han degradado, dañado o destruido. Es la llamada restauración ecológica, un concepto que está ganando fuerza en los últimos tiempos y que goza del apoyo de científicos y administraciones entre otros actores.
Restaurar es mucho más que plantar árboles
En el caso de la restauración de un bosque, muchas veces puede que ni siquiera sea necesario plantar árboles. Lo cierto es que la plantación es una técnica útil de restauración forestal que persigue restablecer una cubierta vegetal estable. Sin embargo, la restauración ecológica da un paso más allá e incluye un amplio conjunto de medidas con el fin la recuperación de un ecosistema degradado.
En el caso de los bosques, la restauración se ha entendido tradicionalmente como una reforestación: tras analizar el trabajo de las comunidades autónomas, hemos visto que la mayoría de los proyectos de restauración son meras plantaciones de árboles, y muchas veces de una única especie. Esta "vieja receta" no sirve si queremos es recuperar un ecosistema sano, diverso, que cumpla sus funciones ecológicas y que pueda adaptarse mejor frente a impactos como los incendios o el cambio climático. Hemos elaborado el informe “Recuperando Paisajes” para mostrar por qué hay que olvidar las viejas recetas.
La restauración ecológica trata de ayudar a la naturaleza a regenerarse por sí misma de un modo integral: la meta debe ser recuperar ecosistemas sanos, que alberguen biodiversidad y vuelvan a ofrecer sus vitales servicios y recursos a la sociedad. Con la restauración ecológica se persigue:
- Recuperar las funciones de los bosques para que vuelvan a ofrecer recursos, agua y aire de calidad, protección frente a inundaciones y que cumplan su función de ayudar a regular el clima.
- Crear bosques autóctonos, de diferentes especies y edades, apostando por la biodiversidad y la variedad de hábitats.
- Potenciar la diversidad en los usos de los bosques como base de la actividad económica en zonas rurales.
- Generar un paisaje diverso y rentable para resistir a los impactos futuros (como cambio climático e incendios).
Apostar por la restauración ecológica es una nueva visión con un enfoque integral. El ingrediente fundamental es pensar, antes de actuar, qué paisajes y ecosistemas queremos construir de cara al futuro, y hacerlo con la participación de las personas de la zona (que conocen, viven y trabajan en el territorio). Y en segundo lugar, decidir qué herramientas necesitamos para cada caso concreto: tras un incendio, dejar que la naturaleza se recupere protegiendo el suelo y vallando algunas zonas puede ser a veces más efectivo que plantar árboles.
Los pasos para hacer una restauración ecológica:
Te contamos en detalle cómo restaurar siguiendo la receta de la restauración ecológica:
- Aplicar buenas prácticas. Es importante asegurar mecanismos de buenas prácticas de diseño y ejecución en los procesos de restauración, a través del desarrollo de estándares para los diferentes ecosistemas, de modo que se alcancen éxitos en la restauración, favoreciendo la gestión adaptativa y garantizando la eficacia de las inversiones. De hecho, en los últimos años se están desarrollando diferentes herramientas que apuestan por buenas prácticas en el desarrollo de proyectos de restauración ecológica, lo que incluiría estos dos tipos de criterios (ecológicos y socioeconómicos). En este sentido, existen ejemplos de estándares de certificación en el ámbito europeo, como los que está promoviendo la Sociedad de Restauración Ecológica (SER). En España, algunos ejemplos son los “Estándares de WWF para la Certificación de proyectos de Restauración de Sistemas Forestales”, desarrollados en el marco de un grupo de trabajo multidisciplinar integrado por expertos nacionales de diversos campos vinculados a la restauración (Colomina y Melero, 2019) o la “Guía Práctica de Restauración Ecológica”, en la que han participado más de un centenar de personas del ámbito científico, técnico, de la administración, del sector empresarial y de ONG, con el objetivo de conseguir un documento de consenso que sirva de herramienta metodológica a la Estrategia IVCRE (Mola y otros, 2018).
- Restaurar sin olvidar a las personas. Se deben impulsar estrategias de participación pública en todas las fases de la restauración para acercar esta disciplina a la sociedad y hacerla partícipe y responsable en la toma de decisiones. La participación de los distintos grupos de interés es fundamental para decidir los usos, servicios y los aprovechamientos de los ecosistemas restaurados y equilibrar todas las demandas. Un caso innovador es el caso de Terecova. Este proyecto persigue desarrollar herramientas participativas de gestión para restaurar la biodiversidad y generar paisajes más funcionales, sostenibles y resilientes en la Comunidad Valenciana. Ha permitido desarrollar un método para identificar las zonas prioritarias de restauración ecológica a través de la incorporación de la opinión de las personas que tienen una vinculación directa o indirecta con el territorio. La metodología desarrollada por Terecova hasta el momento se ha aplicado en dos Demarcaciones Forestales de la Comunidad Valenciana, Crevillent (Alicante) y Enguera (Valencia). Los resultados están siendo adoptados por la Generalitat Valenciana para planificar proyectos en las áreas de estudio. Se ha realizado una adaptación del protocolo metodológico a una escala de proyecto de restauración para la ZEC Muela de Cortes y el Caroig.
- Asegurar los sistemas de mantenimiento y seguimiento de la restauración. Hay que realizar un seguimiento periódico y riguroso de la evolución de los ecosistemas y paisajes para retroalimentar el proceso de restauración. Evaluar a corto, medio y largo plazo el grado de cumplimiento de los objetivos previstos, comparando la situación de partida con la situación del ecosistema al cabo del tiempo, incorporando medidas correctoras en caso de desviación y aplicando una gestión adaptativa en su caso. Un ejemplo para asegurar calidad es el protocolo de seguimiento para proyectos de restauración forestal promovido por WWF España, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid. El objetivo ha sido estandarizar las técnicas para garantizar un seguimiento a corto y medio plazo de la vegetación, optimizando la eficiencia del esfuerzo de muestreo para mantener una precisión determinada.
- Restauración pasiva. Se debe promover y facilitar la recuperación de los hábitats naturales y sus funcionalidades mediante la eliminación de las causas de su degradación, especialmente en el medio marino, sin una acción activa de restauración y para ello se deben establecer zonas de protección integral donde no se contemple ninguna actividad humana. En cualquier caso, se debe asegurar que la zona restaurada (de forma activa o pasiva) significa un cambio de uso de las actividades humanas de forma permanente.
- Aplicar la escala de paisaje. Es necesario impulsar la restauración a escala de paisaje aprovechando los esfuerzos y proyectos de restauración existentes a través de iniciativas globales como Bonn Challenge, AFR100 en África, el Compromiso de Agadir para el Mediterráneo o la iniciativa 20x20 de América Latina.
- Fomentar la inversión público-privada. Hay que intentar movilizar financiación e inversiones público-privadas adicionales para impulsar proyectos a gran escala que restauren el funcionamiento y los servicios ecosistémico, el clima y la biodiversidad.
Con el esfuerzo de muchas personas y durante muchos años, nuestro trabajo de restauración forestal ha conseguido recuperar paisajes autóctonos de nuestro territorio.
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