Todas las personas tenemos un papel que desempeñar en la protección del planeta

La crisis climática o la extinción de especies, son crisis tan grandes que parece difícil pensar que puedas hacer algo como individuo. Sin embargo, lo que hay que pensar es que si eres parte del problema, también puedes serlo de la solución. Empieza por darte cuenta de cuál es tu impacto individual.
 

Todos tenemos una 'huella de carbono' personal. Es decir, nuestra cantidad total de emisiones de CO2 (dióxido de carbono) durante un cierto período de tiempo (generalmente se calculan anualmente).

El tamaño de tu huella de carbono depende de muchos factores, por ejemplo, depende de los productos que compras, cómo viajas, cómo utilizas la energía en casa y, por supuesto, de cómo es tu dieta. También, dependerá del lugar donde vives. 

Un estudio suizo concluía que las personas de las zonas rurales generan un 20 % más de CO2 que las de las zonas urbanas. Esto se debió principalmente a sus mayores demandas en términos de transporte y calefacción en comparación con entornos urbanos más cálidos.

La cantidad de CO2 producido por persona también varía enormemente según el país, y las naciones más ricas tienden a tener cifras mucho más altas.

Níger, por ejemplo, emite tan solo 0,15 toneladas por persona, mientras que en EE.UU. esta cifra alcanza las 13,97 toneladas. Qatar por su parte, produce la alarmante cantidad de 32,47 toneladas de CO2 por persona y año.

Las personas que viven en países con huellas de CO2 muy altas, pueden hacer mucho para reducir su impacto. 

1. Usa menos energía

Es posible que pueda cambiar el suministro de energía de su hogar a un plan de energía verde o usar un proveedor de energía 100 % renovable. Si puedes, genial. Desafortunadamente, la mayor parte de nuestra energía, incluso la electricidad, todavía se genera quemando combustibles fósiles. Así que, cuanto menos usemos, mejor.

Prueba a cambiar el suministro de energía de tu hogar a un plan de energía verde o usar un proveedor de energía 100 % renovable. 
 
Desafortunadamente, la mayor parte de nuestra energía, incluso la eléctrica, se genera quemando combustibles fósiles. 

También puedes tomar medidas como secar la ropa al aire y apagar las luces y otros aparatos eléctricos si no los estás usando.

2. Compra menos 

Producir cualquier producto supone utilizar energía y, por tanto, consumir recursos naturales. Es necesario que consumamos menos, reutilicemos y apostemos por la segunda mano y el reciclaje. 
 
Y si tienes que comprar algo nuevo, piénsalo bien, ¿realmente lo necesitas?. Y si la respuesta es sí, puedes hacer una selección de empresas donde obtener dicho producto y servicio que incluyan valores de sostenibilidad en sus procesos. 

También, puedes mirar antes de comprar si existe una alternativa que dañe menos el medio ambiente. Por ejemplo, los pañales reutilizables o los productos de limpieza e higiene que son ecológicos. 

Ciclistas en La Ronda del Sinu. © WWF / David Estrada Larraneta

3. Viaja responsablemente 

Los viajes en avión son grandes emisores de CO2 a la atmósfera. Si tienes que viajar en avión, elija un vuelo directo siempre que puedas. 
 
Los coches diésel y gasolina también contaminan. Un vehículo eléctrico puede ayudar. Sin embargo, no todo el mundo puede optar por esta tecnología. 

Otras alternativas son: 
     • hacer menos viajes
     • optar por un coche compartido
     • usas el transporte público
     • utilizar la bicicleta o caminar
 
4. Reflexiona sobre tu dieta
 
La forma en que producimos alimentos es la causa del 70 % de la pérdida de biodiversidad en la tierra y el 50 % en el agua dulce, y es responsable de alrededor del 30 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.
 
Algunos alimentos son peores para el planeta que otros. Los alimentos de origen animal generalmente tienen un mayor impacto los vegetales. 

Está claro que a nivel global es necesario reducir el consumo de alimentos de origen animal, sin embargo, no existe una única solución para todo el mundo. 

El impacto que la alimentación de cada persona tiene en las emisiones, dependerá de la cultura y tradiciones gastronómicas del país, por ejemplo o de las necesidades personales según sea tu condición física y de salud.

En algunos países, la cantidad que se consume actualmente va mucho más allá de lo que es saludable; en otros, el consumo de carne debería aumentarse para alcanzar los objetivos mínimos nutrición.
 
La ciencia advierte: podemos seguir disfrutando de la carne pero debemos aprender a reducir su consumo.
 


© Sabrina Bqain / WWF


5. Cuéntalo 
 
¡Tu voz debe ser escuchada!. Exige a las empresas que productos y servicios sostenibles. Puedes evitar aquellas que contaminan y dañan el medio ambiente.

Escoge tu banco analizando sus inversiones. Sí, las entidades financieras pueden optar por no invertir sus dinero y el de sus clientes en combustibles fósiles u otros productos y servicios dañinos para la naturaleza.
 
Habla con tu empresa, centro de estudios … ¿Puedes conseguir que adopten medidas de ahorro de energía o que reciclen más?
 
Si la ciudad en la que vive dificulta la vida de los ciclistas o tiene un transporte público deficiente, pídale a su gobierno local que haga algo al respecto. 

Y por supuesto, vota al partido político que comparta tus valores de respeto por el medio ambiente y los derechos humanos. 


Hora del Planeta Uganda © WWF-Uganda
 

6. Manifiéstate  

En 2018, una niña de 15 años de la que nadie había oído hablar se sentó frente al parlamento sueco y declaró que estaba en "huelga escolar" por el clima. Ella originó un movimiento global, inspirando a los jóvenes del mundo. La voz de Greta Thunberg ahora es escuchada por los líderes mundiales en las cumbres de la ONU.

Tú también puedes manifestarte públicamente. Participa en nuestra campaña La Hora del Planeta u otros movimientos ambientales que piden medidas urgentes para salvar nuestro planeta. 

Y si alguna vez sientes que no hay nada que puedas hacer, recuerda que muchas acciones individuales pueden lograr un gran cambio.