Un nuevo informe de WWF/Adena y la Federación Internacional del Transporte (ITF) denuncia que el actual sistema de registro de buques pesqueros bajo pabellones de conveniencia está promoviendo la pesca pirata y otras actividades ilegales, poniendo en peligro la seguridad de los tripulantes y su salud a bordo.
Con frecuencia, los países que ofrecen esta modalidad de registro no ejercen ningún control sobre los buques que abanderan, ignorando sus actividades ilegales. Estas embarcaciones suelen estar a la cabeza en todas las listas de embarcaciones precarias, escasa seguridad y salubridad, maltrato de la tripulación, contaminación del medio marino y pesca IUU (pesca ilegal, no declarada y no reglamentada).
El informe de WWF/Adena —Un peligro actual y real: El fracaso de los países de abanderamiento, Seguridad Marítima y Salubridad— recoge ejemplos de actividades criminales de buques con bandera de conveniencia, como pirateo, tráfico de armas y tráfico de seres humanos, y señala que estas actividades ilegales a menudo ponen en riesgo la actividad de las embarcaciones que operan legalmente.
“De los miles de buques que operan a nivel mundial, muchos actúan en la práctica sin nacionalidad. Sus propietarios operan con secretismo y en el anonimato, lo que les permite evadir la leyes y regulaciones internacionales”, comentó el autor del análisis Matthew Gianni. Y señaló: “con el sistema de pabellones de conveniencia, la soberanía de los estados de abanderamiento y su control sobre la flota; las leyes internacionales se están convirtiendo a gran velocidad en papel mojado”.
El estudio destaca no sólo el continuo incumplimiento de la legislación internacional de pesca por los buques con pabellones de conveniencia —cuyas capturas se valoran en 1.200 millones de US$ anuales—, sino también el rápido incremento en el número de buques que escogen este tipo de registro.
Según el registro de buques de Lloyd’s, 318 buques pesqueros de grandes dimensiones están abanderados en Camboya, Georgia, Mongolia, Corea del Norte, Sierra Leona y Togo. Ninguno de estos barcos tienen licencia para pescar en alta mar en las áreas reguladas por alguna Organización Regional de Pesca (ORP) relevante. Por el contrario, varias embarcaciones, abanderadas en 5 de estos países, están en las “listas negras” de las ORP por participar en actividades ilegales.
“Mientras no haya transparencia en los registros de los pabellones de conveniencia y los estados de abanderamiento no ejerzan sus obligaciones sobre los buques registrados, las barcos con banderas de conveniencia seguirán agotando los recursos marinos en alta mar con absoluta impunidad”, apuntó Raúl García, responsable de pesquerías de WWF/Adena. Y añadió: “numerosas empresas españolas y europeas se valen de esta fórmula para incumplir las regulaciones pesqueras y evadir los controles pesqueros. El nuevo reglamento europeo de lucha contra la pesca ilegal ofrece a los Estados Miembros una magnífica herramienta, si hay voluntad política, para resolver este problema”
El informe ilustra este problema con un caso en el que están implicados armadores españoles. La compañía Vidal Armadores, conocida por sus numerosas infracciones pesqueras, opera a través de pabellones de conveniencia como Corea del Norte o Sierra Leona, entre otros.
WWF/Adena ha realizado un llamamiento para establecer un Comité en Naciones Unidas que negocie un nuevo acuerdo para la puesta en marcha de la Ley del Mar —marco legislativo que regula el uso del medio marino—. Este Comité debería establecer medidas que garanticen el cumplimiento por los estados de abanderamiento de sus responsabilidades como firmantes de esta Ley y prevengan que sus buques incumplan las leyes internacionales.